tradiccion confitera

GIJÓNCanapés en familiaJerónimo Balbona cumplió en vida el sueño de aunar a sus allegados en la empresa pastelera, fundada en 1982, que combinó dulce y saladoM. MORO/GIJÓN
SIEMPRE CON LOS SUYOS. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Jerónimo hijo, Pablo, Carlos, María Elena, Alejandro, Fernando, el patriarca Jerónimo Balbona y su mujer Fernanda de la Fuente. / E. C. ImprimirEnviar TRAYECTORIA Nacido en la avenida de Schulz, trabajó en los años del estraperlo en una panadería y una carnicería.
Durante muchos años trabajó como agente comercial de Spar y Cash&Carry.
En 1982 lideró la puesta en marcha del proyecto familiar Balbona Pasteleros, que en la actualidad engloba dos tiendas y uno de los mayores obradores de Asturias.
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El fundador de las pastelerías Balbona, fallecido anteayer a los 81 años, tuvo siempre una obsesión. Poder conciliar trabajo y vida familiar. Y ese sueño, esa gran meta la vio cumplida Jerónimo Balbona en vida con una empresa que empezó a edificar en 1982 en torno a su mujer, Fernanda de la Fuente, cinco de sus seis hijos y los más allegados a su unido núcleo familiar.
Aquella férrea obsesión de este gijonés nacido en El Llano se remonta -explica su hijo Pablo- a las primeras páginas de su biografía. Fue hijo único varón y desde muy pequeño tuvo que ejercer de cabeza de familia prematuro, al fallecer su padre, para sacar adelante un hogar integrado por su madre y dos hermanas. Hombre luchador y hecho a sí mismo, sus primeros trabajos, en los años del estraperlo, transcurrieron como empleado en una panadería y una carnicería.
Sin embargo, la profesión donde realmente encontró cauce su personalidad abierta y carismática fue en el mundo del comercio. Durante años, Jerónimo Balbona trabajó como agente de la firma de alimentación Spar y de la distribuidora Cash&Carry, prácticamente hasta su desaparición de la ciudad.
Pero no fue hasta la llegada de los años ochenta cuando la figura del patriarca de los Balbona empezó a brillar con verdadera luz propia. La primera pastelería Balbona abrió sus puertas el 23 de febrero de 1982 en la calle de Feijoo como necesidad de canalizar el ímpetu de Fernando, uno de los hijos mayores de Jerónimo que se formó en el arte de la repostería en la casa Farga de Barcelona, y también por el empuje y determinación de su esposa Fernanda. Y desde el primer momento el cabeza de familia puso su experiencia comercial y su liderazgo al servicio de un objetivo: aglutinar a los suyos en torno a un proyecto de clara vocación familiar. «No tengo nada, pero cuento con el capital humano más grande», rememora Pablo Balbona las palabras de su padre.
Por aquellos años las pastelerías gijonesas de más abolengo tenían todas el mismo corte tradicional y eran poco amigas de innovar. Y en la innovación fue precisamente donde la incipiente empresa encontró su hueco comercial y su imparable camino hacia el éxito. Jerónimo Balbona pudo presumir en vida junto a su inseparable mujer de ser el introductor de la cultura del canapé en Gijón. Los inicios del potente departamento de catering con que hoy en día cuenta Balbona empezaron en el pequeño obrador de la calle de Feijoo con la preparación de emparedados, raciones de fabada y ventresca de bonito que se despachaban, al margen de los confites, durante los fines de semana.
La fórmula de mezclar salado con dulce encontró sus adeptos y obligó pasados unos años a la empresa familiar a dar el salto a la calle de Cabrales, donde Jerónimo se volcó en 1989 con la apertura de la segunda pastelería. Con la nueva tienda en marcha, ya en plenos años noventa, llegaron los primeros encargos de bodas -como la del cantante candasín Pipo Prendes- y comuniones. La espiral de trabajo y unidad familiar conoció otro hito con la inauguración del obrador de Roces en setiembre de 1996, uno de los más grandes de Asturias.
Pese a llevar varios años jubilado, el patriarca quiso estar hasta su última hora al lado de sus 80 empleados, a los que consideraba parte de su familia. Su frágil salud de los últimos meses aún le permitió ser partícipe de la apertura hace 20 días de la primera tienda del universo gastronómico de Balbona en Oviedo.