Restaurante Casa Marcelo
C/ Hortas 1
Santiago de Compostela
Tel.: 981 55 85 80
60
3 sobre 5
Criminal
Febrero
domingo, lunes y martes
Cuando la rancia guía Michelin concedió a Casa Marcelo su tan vituperada como codiciada estrellita, un chorro de esperanza recorrió los comedores españoles
“¿Habrán dejado los críticos gabachos que entre un poco de aire fresco en su polvorienta concepción de la nueva hostelería?”
Desgraciadamente no fue así, quizás Casa Marcelo fuese la excepción que confirma la regla, quizás fue el éxito arrollador que despertó este joven cocinero gallego en todo el país, aunque a los Michelines poco les importa lo que nos guste o deje de gustar a los españolitos, el caso es que, a pesar de ser un comedor absolutamente anárquico, los del neumático le dieron el premio y ahí está.
El sistema de comida es de menú degustación y punto.
O sea, como en las fondas de antaño, pero en fino.
Se come lo que hay y si no te gusta, pues vas a Toñi Vicente, que también tiene su estrella,
o a comer marisco a los Vilas, porque en Santiago mar no hay, pero marisco, tela.
La cocina está integrada en el comedor (no hay problemas de humos, se lo aseguro, porque suelo sentarme junto a los fogones y ni rastro) y son los chavales que sirven las mesas quienes montan algún plato, o los cocineros quienes los llevan a la mesa, o sea, un totum revolutum, pero que funciona como una orquesta.
Este desenfado es el causante de que muchos comensales escriban críticas crueles en los blogs asegurando que eso es inadmisible en un estrella Michelin.
En fin, algo malo tenía que tener Internet
(ya lo advertimos en el artículo Blogs de gastronomía).
Eso y la envidia, porque muchos de estos reproches sin duda vendrán de esos rancheros que consideran que para vivir de este oficio hay que quemar la vida entre las sartenes y la cafetera, mientras que Marcelo ha revolucionado este concepto de la hostelería cerrando nada menos que tres días a la semana, domingo, lunes y martes, y eso ha debido de joder a más de uno.
La verdad es que le echa ..., bemoles.
Para que opinen por su cuenta, en la última visita el menú consistía en:
Champiñones al ajillo
Vieras en salpicón de alga Collum
Tomate Kinder
Ragout de Pasta fresca y Coprinus Comatus
Huevo, patata, puerro y trufa fresca
Mero con Pil-Pil de limón y caldo de pimiento verde Mandarina y jengibre rosa
Torrija
Huelga decir que fue todo un espectáculo, porque si no hubiera estado todo en su punto no lo traeríamos a esta selección, pero comer este menú en el centro de Santiago, junto a la plaza del Obradoiro, en un ambiente muy cuidado y vanguardista, en el restaurante de moda de Galicia, por 49€, yo creo que está muy bien, porque no hay estrellita en España que baje de 50€, así que
¡Olé!
Otra cosa es que nos repateen estas mariconadas y que nos de por saco tener que comer lo que al señor Tejedor se le antoje ese día, pero eso ya es harina de otro costal.
En La Tacita de Juan puede usted ponerse ciego con unos percebes de aperitivo y un soberbio cocido, eso sí, pagar no pagará menos.
En la foto aparece el Tomate Kinder, un fondant que está haciendo estragos y que me imagino que, de cara al verano, estará presente en muchos de sus menús.
Pueden ver más en su web
Admiro la profesionalidad y personalidad de mi buen amigo Marcelo, pero a mí, eso de que me obliguen a comer lo que al cocinero le salga de sus partes, me revienta.
Lo digo por si a ustedes solo les apetece cenar una tortillita francesa y una macedonia
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