LUIS VALDES PELAEZ

Nuestro punto de atracción en el turismo es el conjunto de Asturias»
«Que Gijón derive en una ciudad de servicios le ha hecho mejorar en todo; resulta agradable para vivir»



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Luis Valdés Peláez, docente universitario desde hace muchos años, centró su tesis doctoral en la construcción naval. Con el paso del tiempo, ha evolucionado casi al mismo ritmo que la región para convertirse en un especialista en turismo.

Luis Valdés Peláez, docente universitario desde hace muchos años, centró su tesis doctoral en la construcción naval. Con el paso del tiempo, ha evolucionado casi al mismo ritmo que la región para convertirse en un especialista en turismo.

LUIS VALDÉS PELÁEZ DIRECTOR DEL SERVICIO DE INFORMACIÓN TURÍSTICA DE ASTURIAS (SITA)

Cuca ALONSO Al término del verano es natural que se hable de turismo.

Así que con agosto a la espalda quisimos saber; y no hubo duda, el índice de los consultados apuntó hacia un señor, Luis Valdés Peláez, que entre otros títulos ostenta el de director del Servicio de Información Turística de Asturias (SITA). Saludos, ya nos conocíamos, qué tal...

Y como el asunto iba a versar sobre turismo, la respuesta de Luis Valdés no pudo ser más oportuna, sólo que en sentido contrario.

«Creo que la última vez que nos vimos ha sido en La Habana», comentó.

En efecto, en el Centro Asturiano, aunque en misiones culturales distintas. Natural de Gijón, mayo de 1957, Luis Valdés estudió el Bachiller en el Instituto Jovellanos y la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales, en la Universidad de Oviedo, donde es profesor titular de Economía Aplicada.

En la actualidad dirige la Cátedra Jovellanos de Extensión Universitaria, y desde 1985 trabaja en el análisis económico del turismo, área en la que ha presidido numerosos proyectos de investigación y divulgación.

La eficacia de su trayectoria en este campo le satura de títulos, distinciones y responsabilidades, entre las que destaca la presidencia, durante dos años, de la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo.

A su vez, ha sido director de la Escuela Universitaria de Empresariales «Jovellanos» de Gijón. A sí mismo se define como un hombre tranquilo, por lo menos en apariencia; las tensiones van por dentro

. «Procuro gestionar bien las cosas, con rigor, tratando de facilitar las actividades de la vida cultural de la ciudad en la medida de mis posibilidades y responsabilidades en la Cátedra Jovellanos».

Está casado y tiene dos hijos.

-Parece que todo su itinerario vital está unido al nombre de Jovellanos, ¿se interesa usted por la figura de don Melchor Gaspar?-

Mucho, incluso en una oportunidad el presidente del Foro Jovellanos, Jesús Menéndez Peláez, me invitó a dar una charla a los alumnos de un curso de verano y el tema que elegí fue

«Jovellanos, viajero».

-El turismo es un asunto muy moderno,

¿ya ha podido constituir una ciencia?

-Sí, aunque en España hubo de asumir máxima importancia a partir de nuestro ingreso en la Comunidad Económica Europea.

-¿Cómo se interesó usted por esta materia?

-Fue consecuencia de las derivaciones de mi trabajo.

Al terminar la carrera, yo tenía muy claro que deseaba ser docente.

Había tenido magníficos profesores; entre ellos, José Luis García Delgado, Álvaro Cuervo...

Ellos me acercaron a la asignatura de Estructura Económica, que me gustó mucho.

Entonces no teníamos Economía General, pero entre un grupo de amigos logramos poner en marcha esa nueva disciplina, de manera que fui de la primera promoción que la estudió.

Los temas relacionados con la empresa -

había hecho las prácticas en Ensidesa-

también me gustaban, así que al terminar empecé a impartir clases en la Escuela de Empresariales.

-Casi tenía la misma edad que sus alumnos...

-Pero suplí la juventud y la poca experiencia con esfuerzo.

Recuerdo que preparaba las clases de Estructura Económica muy bien, y me sentía feliz, me gustaba mucho la docencia.

De otro modo, mantuve el interés por los temas industriales, hasta el punto que orienté la tesis doctoral hacia la construcción naval.

-¿Ya se había iniciado la crisis de dicho sector?

-Comenzaba. Los astilleros españoles, Astano, Ferrol, Puerto Real, en el ámbito mundial habían ocupado puestos importantes de acuerdo con su producción, pero la competencia de los japoneses y coreanos desbarató la industria de los astilleros europeos.

En la tesis yo analizaba las razones de la crisis.

Me la dirigió José Manuel Agüera, y la leí ante un tribunal estupendo, constituido por Juan Velarde, Álvaro Cuervo, José Luis García Delgado...

Sí, me dieron cum laude.

-Sigo sin encontrar conexión con el turismo..

.-Pasaron aún varios años.

En cierto momento empecé a preocuparme por algunos temas relacionados con la incorporación de España a la CEE, y hacíamos estudios sobre sus efectos en sectores asturianos como la industria del papel, defensa, construcción naval...

Como profesor sentía inquietud por conocer los proyectos de otras universidades europeas, y vi la necesidad de viajar. Observé que en la Bretaña francesa, con la que teníamos bastante relación, disfrutaban de un importante desarrollo turístico.

A mediados de la década de los ochenta, siendo Pedro de Silva presidente del Principado, me encargaron un estudio sobre los efectos de la entrada en la CEE en el turismo asturiano.

El Gobierno regional comenzaba a ver ciertas posibilidades...

Así empezó la historia.

-Hoy, con su gran experiencia, ¿cómo lo ve?

-Muy bien.

El turismo ha tenido un crecimiento importante en los últimos años.

No sólo en cantidad, sino en calidad.

Los establecimientos, en general, disponen de mejores instalaciones, equipamientos, servicios...

El reto está en cuidar el entorno cultural y natural, el paisaje; éstas son las razones principales para que nos visiten.

-¿No es un turismo mayoritariamente barato?

-No, los datos que tenemos referentes a las cifras de gasto son muy interesantes.

La ventaja es que nuestro punto de atracción reside en el conjunto de Asturias.

La gente puede alojarse en Gijón, por ejemplo, y desde aquí trasladarse a todas partes porque las distancias no son largas.

-Lo que no evita que haya localidades saturadas...

-Las que concentran más visitantes son Gijón, Oviedo, Llanes, Ribadesella y Cangas de Onís.

Es fácil de comprobar por el número de plazas hoteleras. Evidentemente se elige la costa y el centro de la región, pero en los últimos años se está desarrollando el turismo del occidente asturiano.

-Y desde que el presidente Rodríguez Zapatero vino a echar una mano..

. -Como imagen creo que tendrá repercusiones positivas para la zona, que goza de atractivas rutas de senderismo, buena gastronomía tradicional, paisajes de montaña muy bien conservados...

Sobre todo, para el turismo rural es una oferta magnífica.

Creo que lo importante es que sepamos crecer manteniendo el encanto del paisaje.

-¿Se ha visto obligado a viajar para conocer in situ cada posibilidad?

-He visitado gran parte de la región.

El primer motivo es que me gusta viajar y el segundo, porque debo conocer las características de cada comarca para tener cumplida información de los trabajos que realizamos respecto al turismo asturiano.

-Personalmente,

¿adónde dirige sus pasos?

-Yo me iría hacia el Oriente.

Mi madre es oriunda de Nueva de Llanes, y tengo una casita allí para pasar los veranos; esa zona me encanta.

La playa, Cuevas del Mar

, es preciosa.

Siempre me ha gustado más el mar que la montaña.

-Pese al desarrollo turístico,

¿el interior de Asturias no sigue siendo desconocido dada su complicada orografía?

-Es cierto que los visitantes tienden a concentrarse en las costas, aunque dispongamos de importantes espacios protegidos sin descubrir.

Estamos trabajando en ello y se observa un crecimiento del turismo rural, algo que es definitivo en orden a la rehabilitación de la economía de esas áreas.

-¿Y qué se puede hacer con las demarcaciones mineras?

-En principio se están mejorando muchos aspectos medioambientales.

Hay partes en esos valles mineros que son bellísimas, en las puede desarrollarse aquel turismo que desee entrar en contacto con los parques naturales del entorno.

También se pretende aprovechar el patrimonio industrial y, una vez reparado, ofrecerlo como un atractivo más.

Ahí están el Museo de la Minería,

el de la Siderurgia

y la Industria,

la recuperación de antiguos poblados mineros..

. -¿Puede hacer un balance turístico respecto a 2007?

-No tenemos aún los datos del verano, pero agosto, pese al mal tiempo, ha superado las expectativas, siendo mejor que el del año pasado, según indica el grupo hotelero.

Al final de año, creo que las cifras serán similares a las de 2006.

-¿Le ha parecido un buen proyecto que Gijón derive hacia una ciudad de servicios?

-Sin duda, y esto le ha hecho mejorar en todo: equipamientos, instalaciones culturales, deportivas, turísticas.

Gijón es muy agradable para vivir y muy acogedora para los forasteros. Aparte, dispone de una vida cultural y recreativa muy intensa.

-Usted, ¿en qué emplea el tiempo libre?

-Tengo poco y, en consecuencia, lo dedico a la familia

. -Desde su ventajosa posición, ¿qué opina de la juventud actual? -

Los universitarios, al haber superado la adolescencia, no ofrecen problemas.

En general, tengo una excelente opinión de los jóvenes de hoy.

Viajo alguna vez con mis alumnos y observo sus grandes virtudes, son muy trabajadores y les preocupa mucho su formación.

Debemos cuidarlos, porque ellos son el futuro del país. -

Una vez que se ha trasladado la Escuela Universitaria «Jovellanos» de Empresariales, Turismo y Gestión Pública a la Universidad Laboral, ¿qué va a ser de este edificio?

-Aquí ha quedado la Cátedra de Extensión Universitaria, dedicada a diversas actividades: conferencias, exposiciones, cursos de verano, cursos de idiomas, cursos de español para extranjeros, aula de estudios...

En el futuro ofreceremos despachos para organizaciones de estudiantes. Yo, además de dirigir esto, sigo dando clases en la Universidad Laboral.

-Y acogen al Ateneo Jovellanos..

. -Provisionalmente, mientras se rehabilita su futuro emplazamiento.

Este edificio también sufrirá una importante reforma para adecuarlo a todos esos usos.

Respecto al Ateneo, trataré de que puedan realizar sus actividades en las mejores condiciones.